Por qué la desconfianza hacia el Tantra es tan comprensible como errónea: Cómo hacer del tantra una experiencia vital y liberadora
El Tantra, una compleja tradición espiritual y filosófica, ha sido a menudo malinterpretado tanto en su contexto nativo del sur de Asia como en el contexto global moderno. Aunque el escepticismo hacia el Tantra es comprensible debido a sus prácticas esotéricas y su naturaleza descentralizada, tal desconfianza pasa por alto su potencial como práctica transformadora. Cuando se aborda con humildad, curiosidad y rigor académico, el Tantra ofrece profundas oportunidades de crecimiento personal y social.
Comprendiendo la desconfianza hacia el Tantra
El escepticismo hacia el Tantra surge de su asociación con las prácticas transgresoras y el secretismo. A diferencia de las tradiciones religiosas centralizadas, como el catolicismo con su Iglesia gobernante o el judaísmo o el islam con sus códigos en el Torá o Corán, el hinduismo carece de una autoridad central que regule las interpretaciones del tantra o de muchas otras enseñanzas. Esta naturaleza descentralizada ha dado lugar a diversas interpretaciones, algunas de las cuales se desvían de los objetivos filosóficos originales del Tantra.
En Occidente, sobre todo durante el siglo XX, el Tantra se redujo a menudo a una práctica sexual exótica, eclipsando sus dimensiones filosóficas más profundas (Urban, 2003). Tales representaciones han alimentado la desconfianza y la incomprensión. Sin embargo, como señaló Mircea Eliade (1948), el Tantra no debe considerarse una religión aparte, sino una etapa importante en la evolución del pensamiento religioso indio, que se convirtió en un sistema esotérico pan-indio después del siglo 5 de nuestra era. Eliade hizo hincapié en la omnipresente influencia del Tantra, destacando su papel en la configuración de una visión del cosmos y de la existencia humana que integra rituales, mantras y meditación como vías hacia la liberación (jivanmukti).
La descentralización como oportunidad de progreso
A pesar de contribuir a ideas erróneas, la descentralización permite al Tantra evolucionar junto con los avances científicos. Sin jerarquías rígidas, las enseñanzas del Tantra pueden reinterpretarse para integrar la sabiduría ancestral con el conocimiento moderno. Los académicos señalan que esta flexibilidad fomenta el diálogo entre espiritualidad y racionalidad (Padoux, 2013).
Los conceptos que antes se tachaban de místicos se exploran ahora a través de la neurociencia y la psicología. La investigación sobre la meditación y la atención plena respalda muchas de las prácticas tántricas fundamentales, otorgando legitimidad científica a sus antiguas enseñanzas (Davidson y Goleman, 2017). Este respaldo científico invita tanto a escépticos como a buscadores a comprometerse con el Tantra de manera significativa.
Además, la descentralización permite diversos enfoques del Tantra—como filosofía, meditación o espiritualidad personificada—, lo que lo hace accesible a un público amplio y fomenta la búsqueda compartida de la autorrealización. Madeleine Biardeau (1981) señaló que el Tantra no introduce ideas totalmente nuevas, sino que reinterpreta valores bien conocidos de forma esotérica. Lo describió como una ampliación de conceptos brahmánicos tradicionales, como los cuatro objetivos de la vida (kama, artha, dharma y moksha), haciendo especial hincapié en el kama (deseo) como medio para progresar hacia la liberación. Esta perspectiva subraya la adaptabilidad del Tantra y su potencial para ofrecer enfoques únicos del desarrollo personal y espiritual.
El camino a seguir: humildad, curiosidad y rigor
Para que el Tantra sea una experiencia verdaderamente liberadora, debe abordarse con humildad, curiosidad y rigor. La humildad implica reconocer la inmensidad de la tradición y los límites de la comprensión personal. Para hacernos una idea, las interpretaciones del Tantra varían desde sus formas transgresoras hasta sus perspectivas Védicas institucionalizadas dentro del hinduismo, y luego hay variabilidad en las tradiciones budista y jainista, cada una con interpretaciones diversas (Flood, 2006).
El enfoque erudito y científico del último siglo ha garantizado que el Tantra pueda seguir basándose en pruebas históricas y prácticas fundamentadas. Por lo tanto, al tiempo que abraza lo místico, el Tantra también fomenta el pensamiento crítico. El compromiso con la investigación académica tiende puentes entre la sabiduría antigua y la comprensión contemporánea, aumentando su credibilidad y relevancia.
Redescubriendo el patrimonio humano a través del Tantra
La naturaleza expansiva del Tantra refleja la inmensidad del universo. Tanto si nos centramos en los ejercicios meditativos del Shaivismo de Kashmir como en las prácticas rituales de la tradición Kaula, la elaborada composición de sabiduría ofrece vías para redescubrir nuestro patrimonio humano común. Este proceso dinámico fomenta el sentido y la iluminación. Al abarcar tanto la investigación científica como la exploración espiritual, el Tantra proporciona un camino hacia la liberación que trasciende las fronteras culturales e ideológicas.
Conclusión
Aunque la desconfianza hacia el Tantra es comprensible, debido a sus diversas interpretaciones y a su naturaleza descentralizada, ésta puede refutarse mediante un compromiso informado. Su naturaleza descentralizada ofrece flexibilidad para la adaptación, permitiendo que el Tantra evolucione de forma que se alinee con la ciencia moderna y beneficie a los individuos y a la sociedad. Cuando se aborda con humildad, curiosidad y rigor, el Tantra se convierte en una poderosa herramienta para el crecimiento personal y en un puente entre las tradiciones antiguas y la comprensión moderna, fomentando caminos inclusivos y profundos hacia la liberación. Este es nuestro propósito y logro en Bloom, así que no podemos esperar a que experimentes la transformación vital que es posible a través del Tantra. Comunícanos tus dudas o compromiso e inicia tu viaje.
De Ram, para Bloom Barcelona.