Tantra: Un enfoque holístico de la sexualidad y bienestar sexual
A menudo se malinterpreta el Tantra como una práctica meramente sexual debido a su profunda conexión con la energía sexual. Sin embargo, el Tantra trasciende las definiciones convencionales de sexualidad, ofreciendo un enfoque holístico que integra sabiduría filosófica, física, espiritual y psicológica. Este escrito explora por qué el Tantra, aunque apoya fundamentalmente la sexualidad, no es inherentemente sexual por naturaleza, y cómo el Tantra aplica sus principios de manera que enriquecen la vida y la autocomprensión sin limitarse a las actividades sexuales.
Tantra: más allá del ámbito sexual
En esencia, el Tantra no trata de sexo, sino de la vida. Considera el cuerpo como un templo y la vida como una experiencia sagrada. El Tantra implica una profunda exploración de un modo que no equivale a una relación sexual o a un propósito sexual. La genitalidad, dentro de la filosofía tántrica, se considera sólo un aspecto de la experiencia y la energía humanas que puede canalizarse para una sanación espiritual y emocional más elevada.
La práctica profesional de la terapia Tántrica ejemplifica este enfoque. Utiliza técnicas que pueden afectar a las zonas genitales, pero cuyo objetivo principal es despertar y distribuir la energía por todo el cuerpo, no provocar satisfacción sexual. Este enfoque concuerda con la sabiduría tántrica, que considera la energía humana como algo que debe emplearse y transformarse para lograr una mayor plenitud vital y conexión espiritual.
El papel del Tantra en el apoyo a la sexualidad
Aunque el Tantra apoya la sexualidad, la aborda desde una base no sexual. La terapia tántrica profesional se centra en la construcción de los pilares fundamentales de la sabiduría tántrica–como la comprensión del flujo de energía, la liberación emocional y la conectividad espiritual–en lugar de participar en actos sexuales. Este trabajo básico es como aprender los entresijos de un deporte como el tenis–estudiar el movimiento, las técnicas y el juego mental–sin tener que jugar necesariamente un partido. Dicha preparación puede mejorar profundamente la capacidad de la persona en la práctica real, del mismo modo que las prácticas tántricas preparan a la persona para experimentar la sexualidad de una forma más conectada y satisfactoria.
Además, cuando el Tantra se utiliza sexualmente, se trata de una elección específica y consciente en vez de una característica fundamental de la práctica. Esta distinción es crucial en los entornos profesionales en los que el Tantra tiene como objetivo empoderar y sanar, no proporcionar un servicio sexual. La energía sexual que surge de forma natural no se niega, sino que se integra y transforma para potenciar el viaje tántrico, promoviendo una profunda sensación de plenitud y bienestar.
Sexualidad natural en el Tantra
La sexualidad natural que puede aparecer en la práctica tántrica es una parte integral del espectro energético de la vida de la que el Tantra no huye. Se acepta y se integra en las prácticas de una manera que alimenta y potencia la intención tántrica. Esta integración es similar a jugar un partido deportivo amistoso en el que el deseo de ganar, o sexualidad, puede que surja, pero ganar no es el objetivo final y no hay premios en juego, sino que la atención se centra en disfrutar del proceso y aprender de la experiencia. En el Tantra, la energía sexual no se canaliza hacia fines sexuales, sino hacia el crecimiento personal y la iluminación.
Conclusión
El Tantra ofrece un marco sofisticado que, si bien abarca y utiliza la energía sexual, está fundamentalmente orientado hacia un desarrollo espiritual y personal más amplio. La práctica tántrica profesional no es una práctica sexual, sino un viaje transformador que utiliza diversos elementos de la experiencia humana–incluida la sexualidad–como herramientas de crecimiento y sanación. Al abrazar el Tantra, las personas se comprometen no sólo con su yo sexual, sino con todo su ser, aprendiendo a navegar e integrar sus energías de forma que mejoren todos los aspectos de su vida. Este enfoque holístico hace del Tantra una práctica profunda y enriquecedora, mucho más allá de los confines de la sexualidad convencional.
Referencias
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